Y en aquel día dirás, oh Jehová, te alabaré; aunque te enojaste conmigo, tu ira se apartó, y tú me consolaste.

Isaías 12:1

He sido joven y he envejecido. Sin embargo, no he visto al justo abandonado, ni su simiente mendigando el pan.

Salmos 37:25

Jesús le dijo, Tomás, porque me has visto, has creído, bienaventurados los que no vieron, y creyeron.

Juan 20:29

Me has guiado según tu consejo, y después me recibirás en la gloria.

Salmos 73:24

También serás una corona de gloria en mano de Jehová, y una diadema real en mano de tu Dios.

Isaías 62:3

Guíame en tu verdad, y enséñame, porque tú eres el Dios de mi salvación. En ti espero todo el día.

Salmos 25:5