Él sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas.

Salmos 147:3

Jehová abre los ojos a los ciegos, Jehová levanta a los caídos, Jehová ama a los justos.

Salmos 146:8

El Señor es mi pastor, nada me faltará.

Salmos 23,1

El que comete pecado es del diablo, porque el diablo pecó desde el principio. Con este propósito se manifestó el Hijo de Dios, para destruir las obras del diablo.

1 Juan 3:8

Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los principados, ni lo presente, ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios.

Romanos 8:38,39

Tú diste alegría a mi corazón, más grande que la de aquellos que tienen grano en abundancia y vinos nuevos.

Salmos 4:7