Los azotes que hieren limpian del mal, también lo hacen las llagas del vientre.

Proverbios 20:30

Huyan también a las lujurias de la juventud, pero sigan la justicia, la fe, la caridad, la paz, con los que invocan al Señor de corazón puro.

2 Timoteo 2:22

Tú me has dado a conocer los caminos de la vida, me dejarás lleno de alegría con tu rostro.

Hechos 2:28

Él restaura mi alma, él me guía por senderos de justicia por amor de su nombre

Salmos 23:3

Y si anduvieres en mis caminos, para guardar mis estatutos y mis mandamientos, como anduvo tu padre David, yo alargaré tus días.

1 Reyes 3:14

El Señor es el que va delante de ti. Él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará. No temas, ni te desanimes.

Deuteronomio 31:8