Yo te alabaré, oh Señor; porque tú me has levantado, y no has hecho que mis enemigos se regocijen de mí.

Salmos 30:1

El impío es expulsado en su maldad, pero el justo tiene esperanza en su muerte.

Proverbios 14:32

Sin embargo, según su promesa, buscamos nuevos cielos y una tierra nueva en la cual mora la justicia.

2 Pedro 3:13

Ustedes que aman al Señor, aborrezcan el mal. Él guarda las almas de sus santos, los libera de la mano de los impíos.

Salmos 97:10

Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.

Romanos 8:1

Un Padre de huérfanos y defensor de las viudas es Dios en su santa morada

Salmos 68:5